(11-02-2025, 13:26 PM)Eclipse escribió: Mi mensaje sería específico, cupido me tiene preparado vivir un amor, donde ambos estemos comprometidos?. Soy una mujer muy independiente emocional y economía, no cojo ni un café por parte de un hombre. No he encontrado un hombre que me guste de verdad, alguien que por su culpa deba estudiar menos o dormir menos por tener que tener la comida y la casa lista, por hacer él menos. Por si en mi camino de vida, ese hombre existirá donde la equidad exista y no por ser mujer. Deba olvidarme de mí misma, por tener ya que estar en casa para limpiar cocinar y solo él avanzar en su carrera profesional. U obligarme a tener hijos que no deseo. Quiero vivir desde la libertad y no dejar de aprender y estudiar . Ese hombre existirá?
Afrodita y Cupido me enseñan un rollo de papel que al alargarlo ocupa varios metros de extensión. Más adelante, aparece una pared que separa el rollo de una escena en la que hay varios hombres de distintas etnicidades, edades, rasgos físicos, etc. Luego, en un gran salón me muestran una balanza y allí colocan el rollo. Pesa tanto que se va hacia abajo. En el otro costado no hay un contrapeso.
La verdadera pregunta que deberías hacerte no es si existe un hombre que se ajuste a lo que quieres, sino más bien si estás usando la lista de requerimientos (el rollo) como excusa para sostener tus verdaderos deseos (por ejemplo, disfrutar de la soltería y no tener hijos).
Por otra parte, o eso me señalan, lo que supones que es lo “ideal” no necesariamente ocurrirá conforme a ese esquema porque está caduco. Me muestran el papiro y se ha vuelto café y roído. Lo que en un momento añoraste, no es lo que hoy día quieres. Esto es porque los seres humanos vamos cambiando las prioridades conforme el paso del tiempo y de las circunstancias. En otras palabras, hay cierta disonancia entre el pasado y el presente porque has madurado y no tienes la misma mentalidad.
Las expectativas irrealistas también se conjugan aquí porque son más acordes a una forma de ser “infantil” (pasado). Por ejemplo, una niña podría soñar con casarse con un chico rubio de ojos azules. La mujer en la que se convirtió esa misma niña, le da igual el color u ojos y busca un compañero con otras cualidades. Quizás es hora de cuestionarte qué tanto has cambiado y te darás cuenta de que has dado un giro de 180°. Por ende, la lista también se tiene que actualizar conforme a tu nueva yo. Una vez que el pasado (quién fuiste) y el presente (quién eres) se aclaren, será más sencillo hacer los ajustes y atraer a tu vida oportunidades (no sólo personas) más acordes a tu nuevo yo y los prospectos que añoras para el futuro.
Ahora mismo no me muestran admiradores, porque tu vibración es ambigua y contradictoria hasta cierto punto (querer muchas cosas a la vez). No es un estado permanente, sino un periodo de ajuste esencial para remover lo viejo y darle espacio a lo nuevo.
Lo chistoso es que Afrodita y Cupido te dan el rollo viejo, tú lo miras y te das cuenta de que tienes que tirarlo a la basura de inmediato. Luego, ellos te proporcionan papel y una pluma dorada para que escribas nuevos contenido. Al hacerlo, se abre una puerta de la cual entra una energía rosada y anaranjada. Disfrutar de la compañía de otros no significa que tengas que comprometerte o hacer decisiones tajantes. Hay que tomar las cosas con más jubilo y menos seriedad.
Me remiten a una canción que se llama “Crush” de Jennifer Paige. En el video muestran la historia de cuatro amigos (dos chicas y dos chicos) que pasean juntos y aunque está en pareja, a la protagonista le gusta el amigo con el que viajan en el automóvil. Se insinúa que ambos comparten una atracción mutua, pero no va más allá de eso y la letra lo refuerza. Deberías escucharla y te darás cuenta de que el mensaje de trasfondo es no tomarse las cosas tan a pecho y vivir más el presente.