Gracias a las cuatro, chicas, por vuestros puntos de vista.
Mentir va en contra de mi forma de ser, y mucho más con unas cartas en la mano, ocultar información tampoco va mucho conmigo, pero en esta ocasión hubo algo dentro de mí que me dijo: ¡Cállate! Y lo hice, como a la persona ya le había hecho esa predicción cerca de dos años antes, pensé que podía equivocarme y no suceder ahora y que era mejor callar que hacerla sufrir, de todos modos lo que vi sucedió, y luego admití haberlo visto y me cayó la del pulpo ja, ja, ja. Y a la persona a la que le he tenido que decir algo que no me gusta porque puede influir y mucho a futuro, aunque creo que él no es consciente del todo, dice que prefiere que le haya echado las cartas, a pesar de que le he dicho un par de veces que no debería habérselas echado, pero como es alguien tan joven y es la primera vez que se acerca a esto del tarot me da mucha cosa. En fin, lo hecho hecho está.
Esánchez, eres un cielo, y tienes razón somos bichos con una capacidad de supervivencia inimaginable, pero el sufrimiento emocional es muy duro de llevar y ver como se lo causas a alguien a quien quieres duele en el alma.
Teresita, coincido contigo, lo que tiene que ser al final es y todo sale a la la luz., lo digas o no. El problema que yo tendría en decirle a alguien que el tarot es sólo una orientación es que yo no lo creo, para mí es algo más.
Lunilla, sé que la mayoría de consultantes piensa como tú, pero a veces a una como tarotista se le presentan ciertas dudas sobre ciertas cosas, y más cuando estás tratando con las emociones de las personas y éstas están en un momento emocional muy frágil. Raro que a una persona sólo le salgan cosas buenas en una tirada, pero te digo una cosa, no es imposible que salga una tirada tan positiva que lo malo sea nimio, las he visto pocas veces en muchos años pero alguna he visto, y ojalá sea verdad lo que te dijo y todo lo que venga sea bueno,
Ires, yo cuando empecé a echar las cartas tenía que decir lo contrario que tú, la gente me empezó a coger miedo porque las cosas les salían y me decían que sólo querían saber lo bueno, y me negué rotundamente, les dije que quien quisiera sentarse frente a mí y que le leyera las cartas tenían que aceptar lo que ellas quisieran decirle, lo contrario me parecía injusto, porque al fin y al cabo la vida no son sólo cosas buenas. Ojo, ésta es mi postura, pero respeto y mucho la tuya, cada uno tiene que actuar conforme a su forma de ser y como siente.
Anécdota de abuela ja, ja, ja, es que es de hace muchos años, cuando empecé a echar las cartas un hombre que sabía echarlas me preguntó: ¿Qué quieres conseguir? Y le respondí: La verdad. Diez años después estoy un poco asqueada de tantas verdades y me arrepiento un poco de aquella respuesta. Como reza la filosofía oriental: Ten cuidado con lo que deseas porque puede hacerse realidad.
Un abrazo a todas, y gracias una vez más.