Se trata de un viejo método romaní para dar respuesta a una pregunta simple. Debe pedirse al consultante que elija tres cartas al azar.
La primera indica el pasado, la segunda el presente y la tercera el futuro. Si la respuesta no es clara, debe repetirse una segunda y tercera vez. La suma de las nuevas cartas debería dar la solución.
La primera indica el pasado, la segunda el presente y la tercera el futuro. Si la respuesta no es clara, debe repetirse una segunda y tercera vez. La suma de las nuevas cartas debería dar la solución.