Las Megaestructuras sociales. Sagitario, Capricornio, Acuario y Piscis
#1

LAS MEGAESTRUCTURAS SOCIALES.
Cómo me VEN los demás
 Representan mi imagen proyectada en el mundo que me rodea.
 Lo que otros creen que yo soy.
 Es una suma de las percepciones de terceras personas.
 No es real, pero dependemos de ellas.
 Al romperlas, se rompe la visión que otros tenían de uno.
 Conducen a la libertad final del individuo, cuando ya no depende de nadie
externo.


Megaestructura de Sagitario

Decíamos que sagitario era gustoso de conocer nuevos espacios, de relacionarse
con nuevas gentes, de ampliar sus miras y perspectivas; siempre trata de ir un paso más
allá, de avanzar en la interpretación de la realidad, de crear un nuevo dogma, de generar
una nueva religión. Su intención de profundizar en diferentes modelos de conocimiento
siempre ha sido muy intensa.
Sagitario abre puertas, ofrece caminos; permite y genera espacios, regala
oportunidades. Todo le parece poco para lo ampliamente que contempla la existencia; todo
su entorno es un grandioso mundo lleno de oportunidades y de senderos por conocer.
Su ansia de experimentar es a veces tan grande que se olvida de asentarse. Ya no
recuerda cómo tomarse un poco de tiempo entre tanta actividad. Su naturaleza inquieta
siempre le lleva a dar un paso más, cueste lo que cueste. Su megaestructura social es por
ello también enormemente amplia, diverge en múltiples direcciones; adopta variadas
formas. Todas ellas encaminadas a ir “un paso más allá”, avanzar siempre en alguna
dirección; no parar nunca; llega a ser el nativo a veces un poco inadaptado, con tendencia a
romper cualquier frecuencia repetitiva. A menudo, un poco gustoso de lo excéntrico, raro
o divergente. Desarrolla modelos de pensamiento no convencionales.
Su adaptación al mundo que le rodea se produjo a través de este proceso de
conocimiento. Su capacidad de discernimiento es elevada, sus experiencias variadas y lo
que suele ofrecer a su entorno, para conseguir esa aceptación y aprobación es un mundo
complejo compuesto por experiencias diversas, no demasiado concretas, que varían de
forma y tamaño según el día en que se cuenten. Son sujetos atractivos, que enriquecen
mucho una reunión con sus anécdotas e historias.
Su megaestructura puede ser posiblemente la más grande, amplia y extensa de
todo el zodiaco. Llega hasta allí donde llegan sus propias ideas. Termina allá donde finaliza
su búsqueda, lo cual rara vez se produce; recordemos que el nativo siempre desea ir un
paso más allá. Sagitario se convierte en su propia megaestructura, hasta identificarse
totalmente con ella. Son tantas las ideas y los conceptos que trata de abarcar, que el
nativo vive inmerso en ellas. Cree que son ellas. Acepta que él es un modelo de
pensamiento.
Su patrón de pensamiento y él, en algún momento, se hicieron uno y lo mismo. No
hay separación física ni mental. El nativo cree que es lo que piensa.
El punto de ruptura se produce por la “inaplicabilidad de sus ideas”. Llega un
momento en el cual ni siquiera sus grandes ideologías, aún bien construidas, son capaces
de resolver sus paradigmas diarios. Ha entrado de lleno en contacto con la realidad
cotidiana. El nativo puede llegar a reconocer que su mundo mental bien diseñado, no
soluciona los conflictos del día a día. Entonces, puede decidir seguir viviendo en su
recurrente interpretación conceptual o atreverse a pasar al plano de lo real, de lo
tangible, de lo íntimo. Si el nativo accede a descender desde los altos peldaños de sus
mundos mentales, se encontrará con un espacio más práctico, más directo, más
instantáneo, que reclama una atención más inmediata; entonces, rara vez puede aplicar las
filosofías que construyó.
El punto de saturación fue que, en algún momento, se vio totalmente incapaz de
aplicar sus teorías para resolver un problema cotidiano.
El nativo se sana al convertirse en un “creador del presente”, substituyendo sus
ideas e ideales por la aplicación práctica del momento. Vivir el presente es lo que sana al
nativo de sagitario, rescatándole de un mundo bien construido, pero a menudo tan irreal,
fantasioso y teórico, como evasivo y recurrente.
Un día reconoce la riqueza del contacto cercano y redescubre lo que significa
“crear la realidad instantánea”.
Entonces, se redescubre a sí mismo con nuevas funciones y capacidades que surgen
de vivir el presente. Se redefine y elimina la teorización. Enfrenta el escapismo, deja de
verse a sí mismo y es capaz de crear una nueva realidad, ya sin modelos, ni teorías ni
elucubraciones. Se atreve a vivir en el presente, y en él se encuentra a sí mismo,
reajustándose a cada instante y viviendo lo eterno en el aquí y ahora. Un gran salto. Su
mayor salto.: “ser real“ .


Megaestructura de capricornio

este signo de tierra se caracteriza por la rigidez en las formas. Son capaces de
crear distintos modelos o estructuras que respondan a sus intereses. Principalmente,
éstos son “la seguridad y la supervivencia a largo plazo”. El modelo mental de capricornio
incluye la programación a futuro, influyendo poderosamente en la toma de decisiones en el
presente, que se realiza en base a ese potencial mañana.
Capricornio es creador de su día a día, pero siempre viviendo en base a
condiciones, dogmas, obligaciones y creencias que el nativo ha adoptado para sobrevivir y
adaptarse a su medio entorno. Vivió en su juventud numerosas normas, a menudo
restricciones, que le dieron ese carácter, a veces un tanto seco, a menudo limitado, muy
responsable para con los deberes. Muy atento y rápido con los detalles también. Para el
nativo todo es importante. Todo debe encajar dentro de un grado de perfección; ésto es
lo que a menudo le desestabiliza. El control excesivo de todo lo que le rodea como medio
de supervivencia, acaba por desgastarle. Cada minuto de la existencia nos trae muchas
formas y numerosas posibilidades . Controlarlas todas es imposible.
Capricornio abraza cualquier modelo que le permite prever las situaciones
subsiguientes. Adelantarse y anticiparse es una de sus estrategias para mantener el
control. Por ello, suele improvisar extremadamente poco. Incluso aún cuando se propone
hacerlo, su comportamiento normalmente es la consecuencia de una estructurada bien
programada, cuyos resultados son previsibles. El nativo desea caminar por un sendero
conocido y, a poder ser, que recorra sus propias tierras.
El punto de catarsis o de saturación sucede cuando capricornio se hace consciente
de que ya tantas normas, obligaciones y responsabilidades no le hacen feliz.
Antes, su pasado era una satisfacción para él: programar, pensar, reflexionar,
valorar las distintas posibilidades que le ofrecía cada nuevo día. Llega un momento en que
todo ello agota al nativo, le cansa en exceso; son demasiados los dominios a controlar. Los
espacios le sobresaturan. Se siente presionado por lo que él mismo construyó; asumió
demasiadas responsabilidades.
Toda la imagen social que construyó, puede llegar a venirse abajo en un momento
dado; al menos, así lo piensa capricornio. El nativo se esforzará nuevamente, a menudo de
forma sobrehumana, para mantener la misma estructura del mes anterior, del año
anterior. Todo en su vida suele ser un conjunto de esfuerzos preprogramados para
obtener los resultados previsibles.
Cuando esta megaestructura se colapsa, y después de muchos, muchos años, el
nativo reconoce que ya no puede más. Aún y así, seguirá luchando con esa situación de mil
maneras distintas, para conseguir los fines que un día en su pasado se propuso. Ahora,
muy presionado, diseñará nuevas estrategias para seguir con sus objetivos.
Es un constructor y lo sabe; considera que si insiste lo suficiente, alcanzará sus
metas, ya sean familiares, sociales, profesionales o espirituales.
El nativo se sana cuando se rompe definitivamente a obtener aquello por lo que
tanto luchó. Entonces redescubre su vida y su entorno y percibe que las cosas siempre
fueron más fáciles de lo que parecían. Descubre que otros tomaron pequeñas
responsabilidades y le descargaron a él de su gran y enorme tarea; que al final no era
tanta, salvo la que él mismo asumió y se propuso. Descubre también que puede delegar y
los sistemas que tiene estructurados a su alrededor siguen funcionando. Descubre que
puede disfrutar más de la vida y no tomársela tan en serio. Todo se muestra como con
nuevas facetas y se pueden elegir.
Su sanación conduce a su liberación y el camino es decirse la verdad sobre sus
motivaciones e impulsos originales y sobre sus necesidades de control. Así disuelve su
proceso de adaptación basado en la seguridad y en la aceptación que los demás le
mostraban. Cuando comprende todo ello, el nativo se sana, se libera y se cuenta la verdad.
Ya no necesita tanto, ya no depende de tanta gente a su alrededor. Es feliz siendo más
sencillo, vive con mayor comodidad, con menos cosas. Acepta ocuparse de lo mínimo e
imprescindible; eso sí, lo hace con gran eficiencia y redescubre que haciendo menos, llega
más lejos.
Ahora, al sanarse, ya no necesita llegar a ningún sitio. Ya llegó. Ya lo alcanzó. Se
alcanzó a sí mismo y está en paz.


Megaestructura de Acuario

Es el libertador, el progresista, el representante de la nueva era. Avanzado a su
época adquiere dones al desarrollar nuevas libertades. Amplía sus conceptos con nuevas
visiones científicas, siempre avanzadas a los tiempos en los que vive. Pretende
representar un liderazgo social, un movimiento renovado de libertad, conciencia y unidad.
A menudo el nativo emplea más energía de la necesaria y tiene tendencia a
perderse entre sus ideales, los cuales a veces le superan. Capricornio era un constructor;
acuario es un libertador. El objetivo es liberarse a sí mismo de todas las cargas y
responsabilidades hasta aquí heredadas.
En su proceso de sanación reconocerá a otros, se reconocerá a si mismo y
reconocerá el camino por el que transita.
• Los demás representarán sus espejos.
• Él mismo, su centro, como creador de su destino.
• El camino, representa todas las experiencias que le serán dadas para descubrir
estas verdades.
La verdad más alta es que todos somos UNO, que todos partimos del Origen. De la
Unidad. Estamos en esta tierra experimentando destinos individuales como almas en
evolución. Lo hacemos a través de una experiencia preprogramada, elegida y, en el mejor
de los casos, consciente. Se expresa en su versión de Luz como una libertad individual que
se dirige hacia una unidad de conciencia social.
Acuario representará ese “salto mítico” del hombre antiguo, neandertal, hacia el
hombre moderno, verdadero depositario del conocimiento cósmico, verdadero cuenco que
puede recoger la semilla divina y hacerla progresar y prosperar.
Acuario es el encargado de velar por este conocimiento verdadero, que conduce a
la libertad del ser humano, para ayudarle a superar sus orígenes más antiguos y más llenos
de temores, dudas y vacilaciones.
Acuario es el representante de la Nueva Era y por ello su única obligación es la de
liberarse a sí mismo; su principal cometido es liberarse de los miedos, de las
restricciones, de los gravámenes, de las responsabilidades, cargas y culpas heredadas.
Ha de ser un innovador de la nueva era libre y consciente. Su función es brillar con
la más alta luz, del conocimiento más elevado; para ello ha de buscarla en si mismo con
continuidad, perseverancia y ritmo. No lo logrará de otra manera.
En la búsqueda de esa Verdad, el nativo de Acuario se ve en la tesitura de hacer
cualquier cosa para cumplir su meta. Es por ello que se manifiesta tan raro, distante a
veces y extravagante otras. Sabe que su cometido es una ALTA función, encargada por
los diseñadores de la existencia. Ha de recordar ese diseño de la Creación, ha de mostrar
antes o después ese sentido profundo que todo lo une. Ha de concluir que todos partimos
de un mismo origen; que todos somos por ello hermanos. Ello representa el concepto y
base de la Humanidad. Ser “humano” implica ser consciente de que todos tenemos un
mismo origen.
Esta conclusión erradica de raíz el principal motivo de las guerras y
enfrentamientos, que es el de la división y el de la comparación.
Por ello a menudo acuario se siente presionado; desea ser libre, independiente; no
le gustan las cargas y prefiere viajar liviano. Todo es por algo. Consiga, o no, estos fines,
al menos el nativo intuye que su función es ser libre, verdadero, consciente y que no es
participando de una sociedad a menudo muy enferma como lo logrará. Por ello elige
separarse, distanciarse, coger espacios, para mostrar un día su verdadera naturaleza, ya
exenta de miedos y de limitaciones. Un día mostrará su alta dignidad, su origen divino, su
enorme aprecio por la vida, sus valores exactos. Entonces es cuando el nativo ha cumplido
su función y sanó su megaestructura.
La megaestructura consistía en todas las mentiras que tuvo que contarse y aceptar
para no ser rechazado de inicio; por ello ocultó su Luz y las explicaciones que se dio para
no mostrarse libre, formaron esa megaestructura. Los contenidos que formaron su
particular megaestructura son las excusas, las divagaciones, los retrasos, las
aceptaciones de verdaderas a medias. Cómo dejó de ser real. Cuántas veces de adaptó a
las necesidades de otros, aún sin quererlo.
El proceso de sanación pasa por recuperar su propia originalidad más innata, su
rebeldía natural para buscar las nuevas soluciones a los antiguos paradigmas. Es
diferente, lo sabe y lo acepta; así se siente.


Megaestructura de Piscis

Piscis es soñador, imaginativo; contiene una alegría innata y se suele emocionar casi
con cualquier cosa. En un tiempo de su vida todo le produce satisfacción, gozo y armonía,
porque el nativo se siente bien, a gusto, protegido y ello se traduce en alegría.
Piscis aprendió a desmontar las estructuras férreas de la vida y a menudo las
relativiza bastante, las quita peso; entiende que todo es un fluir en la vida y por ello es
mejor no tomársela demasiado en serio, ya que comprende que si se atasca en conceptos y
dogmas, entonces el avance se paraliza.
Piscis es gustoso de fluir de un sitio para otro, sin detenerse demasiado en ningún
río pequeño o afluyente secundario. Prefiere moverse hacia delante porque va en la
búsqueda de lo oceánico, de lo inmenso, de lo grande. Se sabe en un eterno retorno,
aunque no tenga identificado muy bien lo que significa todo ello. A veces sus límites se
pierden; no sabe dónde termina su realidad y comienza la del otro y por ello en esa
interrelación a menudo sufre, porque no sabe aún diferenciar lo propio de lo ajeno.
Su trabajo personal lo es de separación, de distinguir el disolvente del soluto, para
comprender mejor su entorno y a sí mismo. Cuando el nativo se “para comprender”, llega al
final a comprender que todo es uno y lo mismo; para ello, primero hubo de reconocerse
como gota de río, como afluyente, como esa parte de ese todo.
Para su propia evolución se recomienda un buen grado de análisis, de
discernimiento, de avanzar entre pregunta y respuesta, día a día. Es a través del método
deductivo y de la lógica cómo el nativo equilibrará su fuerte mundo de inspiración, de
intuición y de imaginación creativa; por ello, se recomienda usar los dos mundos, los dos
hemisferios, ya que si el nativo de piscis sólo utiliza el derecho, puede permanecer
viviendo casi eternamente en un mundo ilusorio o falso. Una buena dosis deductiva y lógica
le sanará, le informará y le aportará los pasos a dar. Después podrá usar la intuición y la
visión interior para elegir cuál será el mejor río, no siempre ha de ser el más corto, para
retornar al océano del que proviene.
Piscis se tuvo que defender mucho en su infancia y juventud, ya que normalmente
son personas mal entendidas, a las que se les separa o rechaza con facilidad a menudo,
precisamente debido a ese mundo imaginativo, creativo y sutil. Al ser un joven ya
conectado desde sus comienzos, ello suele inducir temor en quienes le rodean. Hay un halo
de misterio que envuelve al nativo y que otros no se atreven a indagar, a profundizar
cerca de él y mucho menos en sí mismos; por ello otros tienen tendencia a rechazarlo o a
negarlo.
Entonces piscis se adapta creando la megaestructura de RENUNCIA. Bloquea su
intuición, apaga sus sentidos extraordinarios y “se adapta negando sus capacidades”.
Prefiere ocultarlas que no ser objeto de burla o desprecio de los demás. La
megaestructura contiene todo lo que dejó de ser para que otros le aceptaran. Dejó de ser
intuitivo, imaginativo, perceptivo, soñador, artista, etc..
El objetivo final era desarrollar todo ello y unirlo a una capacidad deductiva y
lógica también creciente. Ello hubiera dado el éxito al objetivo de estas Almas.
Lo que usualmente ocurre es un proceso de negación de las capacidades innatas.
Junto con un fuerte proceso de readaptación, en el cual se asumen responsabilidades y
cargas que son socialmente “bien entendidas”. Por ello, normalmente el nativo, antes o
después, se enfrentará a asumir un proceso de desapego, desligándose de aquella parte
del camino que un día eligió, abandonándolo. Si fue un trabajo, seguramente lo dejará; si
fueron cargas familiares, con la edad las verá de una manera totalmente distinta.
Reconocerá las zonas oscuras, que fueron aquellas de si mismo que negó; trabajará para
darlas luz, para volver a darlas cabida y unirá su intuición renovada y regenerada con el
estudio y la investigación, la coherencia y la reflexión.
El dolor por descubrir lo que negó de si mismo deberá ser atravesado, por lo que la
corrección de esos nativos suele ser importante y se realiza a un nivel bastante íntimo,
muy cercano a lo espiritual, casi místico. Se acerca al final del camino. Se acerca, de
nuevo, al principio. Todo es UNO.
Responder
#2

Me encantan estos posts,mil gracias @"Queen of Wands"
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#3

(28-04-2020, 16:39 PM)létoile escribió:  Me encantan estos posts,mil gracias @"Queen of Wands"

anda gracias!!
tengo uno pendiente pero es signo por signo... y me da pereza, lo estoy procrastinando jajajja
gracias guapa! saluditos
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