Sí @
susu, podéis participar todos, porque así es más enriquecedor e interesante.
Yo iré contestando, en cuanto me vaya siendo posible, porque ya sabéis que tengo que compaginarlo con las lecturas personales.
Así, puedo decios que, distinguir las energías, es algo previo a tener visiones. Por ejemplo, en la ciencia que estudia el lenguaje y la poesía, sé que cada letra tiene asignado un color. Puede sonar raro, pero os aseguro que, por casualidadea de la vida, tenía como consultante a un profesor catedrático de Universidad de esas ciencias, y era así. Por ejemplo, creo recordar que la u tenía asignado el verde, la o el marrón... Era algo así. Lo curioso es que yo, al hablarme del tema, sin haberlo estudiado previamente, al comentármelo, fuí diciéndole todos esos colores de las letras sin saber que previamente, tenían asignado ese color. Quienes estúdien esas ciencias, lo habrán consultado previamente en algún manual. Pero, por lo demás, me gusta utilizarlo como ejemplo, porque es un poco lo que pasa con las energías.
Es muy difícil dar explicación a cómo puedo saber que, nada más ver una persona, hay una energía densa detrás de ella y que no veo nada bueno ahí. O que tras un par de personas, hay una energía de amor, y sé que tarde o temprano van a acabar juntos. Es muy difícil de definir cómo ocirre eso, y tampoco es meramente intuición.
Por lo tanto, al nivel de si cambian las energías con respecto a una predicción que es fija, puedo decios que no. Pero sí es verdad que, como he explicado en el otro posts de energías al leer el tarot, en la parte de destino que no es fija, y que está sujeta al quehacer del consultante, ahí si influye como cada uno obre.
Es interesante aquí el Tarot, porque, a través de las lecturas adecuadas, nos puede ayudar a saber qué tipo de predicciones son innamovibles, y cuáles no. Hay las lecturas de predestinación, por ejemplo, que lo son en ese sentido.
Pero a nivel de si un consultante se lee a sí mismo y cómo opera eso a nivel energético, pues puedo decios que sí que pienso que puede no ser imparcial (pues para eso se recurre a un tarotista).
Pero puede que no lo sea, no simplemente, porque se deja influir por su propia energía, sino, porque no consigue descifrar cuándo habla la voz del Universo y cuándo habla la voz verdadera del Tarot y del destino, que como sabéis son diferentes, y hay que aprender a distinguirlas.
Un buen tarotista siempre tiene que distinguir cuándo en las cartas se reflejan los deseos del consultante, y cuándo hablan de lo que verdaderamente el destino trae para él.