El Extraño Caso del Doctor Jeyill y el Señor Hyde es una novela escrita por Robert Louis Stevenson, publicada por primera vez en el año 1886. La historia, muy resumida, habla de un científico y el descubrimiento de una poción mágica que podía transformarle en un monstruo que encarnaba, curiosamente, la parte maléfica y reprimida de su personalidad. Por supuesto, el experimento se le va de las manos y allí es dónde se teje la parte más intensa de una novela que deja expuesto el eterno dilema de la dualidad en el ser humano

Quería hacer este paralelismo con la novela para explicar algo que he detectado ya varias veces en algunas personas que suelen consultar conmigo.

A lo largo de estos años he puesto mucha atención en los perfiles de personalidad de quienes vienen a mi con preguntas para el Tarot. Descubrí, con el tiempo, que un grupo de esas personas compartían un patrón que yo llamaría el Patrón Jekyll y Hyde. Estas personas se caracterizan por recibir de muy buena forma la información e instrucciones que la lectura de cartas les da y se retiran de la consulta con una sonrisa obediente y receptiva. Si el Tarot mostraba que era importante trabajar con la paciencia hacia la pareja, asentían con la cabeza y decían en tono culpable: sí, es verdad, yo a veces no me controlo y sé que soy responsable de las peleas que tenemos. O cosas del estilo "Es cierto, tengo que trabajar con ese defecto, ahora que lo sé, podré solucionar el problema con mi jefe".

¿Qué sucedía luego de un tiempo? Pues, el Efecto Jekyll y Hyde que explico a continuación:

Me llamaba la persona totalmente agobiada y me decía que todo se había ido al carajo, que no entendía porque las cartas no habían mostrado la tragedia que ahora experimentaba en su relación de pareja o en su trabajo. Yo, con la serenidad que me caracteriza, comenzaba a hablar con la persona para que me contase con lujo de detalles lo que había sucedido entre la última lectura [con sus correspondientes consejos] y la explosión del problema actual.

Lo sorprendente ocurría cuando me empezaban a contar toda la historia y empezaba a notar que la persona había hecho precisamente todo lo contrario que aconsejaban las cartas en la última lectura: al que se le había dicho que tuviera paciencia, le sucedió que siguió explotando y recriminando a su pareja, hasta que su pareja le mandó a freir espárragos. Al que se le dijo que tenía que hablar con su jefe en privado, tuvo la brillante idea de gritarle frente a todo los de la oficina, para criticarle lo incómodo que le hacía sentir. Lo que por supuesto le perjudicó aún más. Al que se le recomendó no asfixiar con mensajes de whatsapp a la muchacha que intentaba conquistar, voilá, se le ocurrió bombardearla con mensajes dignos de un psicópata durante una semana entera. A la que se le dijo que era importante que no le gritase a su pareja y que controlara su mal carácter, magia, que le gritoneó a viva voz en medio del restaurante en el cual cenaban, haciendo enfurecer a su novio, que en menos que canta un gallo se convirtió en su ex novio.

Con esto quiero exponer lo curioso que resulta el que todas esas personas se muestren dóciles y totalmente dispuestas a aplicar la información y consejos obtenidos con el Tarot, para luego sufrir una especie de transformación monstruosa y convertirse precisamente en todo aquello que no debían ser, haciendo todo lo que se supone no tenían que hacer. Como si de repente algo dentro de ellos emergiera a la superficie para sabotear cualquier avance respecto al problema que les aquejaba. Algo muy similar a lo que experimentó el Doctor Jekyll, cuando producto de una misteriosa pócima sin control se transformaba en Mister Hyde, para destrozar todo lo que se le cruzara en su camino.

En lo personal, creo que de nada sirve un excelente Tarotista, las buenas intenciones y los más sentidos rezos, si lo que está al otro lado es la historia del Doctor Jekill y Hyde. La pócima es el símbolo metafórico del control, por tanto quién pierde el control sobre sí mismo está condenado a mirar con horror como su contraparte maléfica y monstruosa destroza todo su entusiasmo por hacer las cosas mejor.

Adjunto una imagen de nuestro sereno y responsable Doctor Jekyll y su horrible compañero, el Señor Hyde.

Origen de la información: https://www.facebook.com/AquarianTarot

Que maravilloso relato Aquarian! Muchas veces pense en la cuestión que planteas aunque con ligeras diferencias. A veces hasta me pregunte en alguna ocasión si un tarotista sabe interpretar y/o ver si el/la consultante es buena o mala persona aunque desde luego la definición de ese término es muy subjetiva y lo que cada uno entiende por buena o mala persona.

En mis propias carnes he experimentado ese patrón (aunque me cueste reconocerlo).. jeje! Hace unos años estaba colada por un chico y en el fondo sabía que no me convenía esa relación, no iba a ninguna parte pero el ser humano es así: se empeña en conseguir algo en vano. Total, fui a consultar con una tarotista y me dijo que ni me ocurriera buscarle y menos discutir, había que tener paciencia.. Entonces si estaríamos juntos.. En el fondo de nuestro corazón se halla la verdad... ¿Qué hice? Discutir, con lo cual este chico se alejó... Lo malo (o lo bueno) de todo esto es que no me arrepiento...
Desde entonces procuro seguir mo instinto y no dejar que el tarot condicione que tome determinadas deciosiones aunque sean equivocadas porque es cuando una aprende: de sus propios errores.
Gracias por compartir esa observación, me gustó mucho

Hola Ole,

Estoy seguro que a más de alguna persona este relato le resuena, porque he hablado con otros colegas Tarotistas, con consultantes y esta situación es algo normal cuando uno lleva años metido en esto del Tarot. Esto no quita que uno deba cumplir con decir lo que ve en las cartas, con total precisión y sinceridad. Pero también es importante recordar a la gente que, a veces, es necesario tener una actitud adecuada para lograr las metas amorosas o económicas dispuestas. Con respecto a lo de buenas o malas personas, la verdad es que en mi caso las veo a todas por igual, con sombras y luces: es la forma más adecuada de trabajar con el Tarot, guardando esa neutralidad necesaria para no emitir juicios.

Seguir tu instinto es una buena elección y el asumir tus propios errores una demostración de gran madurez: ese también es un camino indispensable, para aprender y crear esa vida que quieres de verdad. Así que parece que ya vas muy bien encaminada.

Gracias a ti por valorar el texto.
Saludos!

(15-04-2015, 20:06 PM)Ole escribió:  Que maravilloso relato Aquarian! Muchas veces pense en la cuestión que planteas aunque con ligeras diferencias. A veces hasta me pregunte en alguna ocasión si un tarotista sabe interpretar y/o ver si el/la consultante es buena o mala persona aunque desde luego la definición de ese término es muy subjetiva y lo que cada uno entiende por buena o mala persona.

En mis propias carnes he experimentado ese patrón (aunque me cueste reconocerlo).. jeje! Hace unos años estaba colada por un chico y en el fondo sabía que no me convenía esa relación, no iba a ninguna parte pero el ser humano es así: se empeña en conseguir algo en vano. Total, fui a consultar con una tarotista y me dijo que ni me ocurriera buscarle y menos discutir, había que tener paciencia.. Entonces si estaríamos juntos.. En el fondo de nuestro corazón se halla la verdad... ¿Qué hice? Discutir, con lo cual este chico se alejó... Lo malo (o lo bueno) de todo esto es que no me arrepiento...
Desde entonces procuro seguir mo instinto y no dejar que el tarot condicione que tome determinadas deciosiones aunque sean equivocadas porque es cuando una aprende: de sus propios errores.
Gracias por compartir esa observación, me gustó mucho

Me ha gustado muchisimo la historia. El paralelismo que has hexo entre ciertas personas y el cuento es realmente sorprendente pero cierto.

(15-04-2015, 22:27 PM)esanchez92 escribió:  Me ha gustado muchisimo la historia. El paralelismo que has hexo entre ciertas personas y el cuento es realmente sorprendente pero cierto.

Me alegra que te haya gustado. Y sí, el paralelismo es tal cual.
Yo lo he visto muchas veces en consultantes e intento ayudarles a tomar conciencia de esas actitudes que en el fondo funcionan como un sabotaje a sus propios planes.

Algunos aprenden a superar a Mister Hyde, otros van ahí, tratando, tratando.
Yo creo que con voluntad, se puede.

Que bueno!!
La verdad es que una lectura tan detallada y en la que el tarotista puede darte las claves y consejos de los caminos o actitudes a seguir es de agradecer.
Es increíble como mediante tu experiencia denotaste estos rasgos de comportamiento. Que difícil es en ocasiones luchar contra nuestras ansiedades, miedos y complejos. Me gusto mucho y espero nunca más volver a ser Jekyll ni Hyde.
Un abrazo grande y gracias por la lección

(16-04-2015, 01:09 AM)Mark escribió:  Que bueno!!
La verdad es que una lectura tan detallada y en la que el tarotista puede darte las claves y consejos de los caminos o actitudes a seguir es de agradecer.
Es increíble como mediante tu experiencia denotaste estos rasgos de comportamiento. Que difícil es en ocasiones luchar contra nuestras ansiedades, miedos y complejos. Me gusto mucho y espero nunca más volver a ser Jekyll ni Hyde.
Un abrazo grande y gracias por la lección

Y eso que no soy el único que se ha dado cuenta, he hablado con otros colegas que también han detectado ese patrón. Yo le llamé el patrón de Jekyll & Hyde, pero no me extrañaría que otros le hayan bautizado con otros nombres, también.

En lo personal, creo que una lectura debe tener un poco de orientación, ya sea para formular las preguntas o para revisar en conjunto con el consultante, aquellas actitudes de sabotaje que todos, en algún grado, podemos manifestar.

Ser Jekyll quizá no esté tan mal, el problema es el Señor Hyde.
Ese es el que la lia.

Un abrazo y gracias a ti por valorar el texto.
Saludos.

Muy interesante tu aportación Aquariantarot. Igual que todas las anteriores (aunque no haya dicho nada en otros temas, los leo con mucho interés y me sirven de mucho).

Es la eterna dualidad del ser humano: la duda de hacer lo que es correcto realmente, o hacer lo que se cree correcto. Y no es lo mismo.

Muy bueno jeje todos somos jekyll & hyde

(16-04-2015, 11:56 AM)Star69 escribió:  Muy interesante tu aportación Aquariantarot. Igual que todas las anteriores (aunque no haya dicho nada en otros temas, los leo con mucho interés y me sirven de mucho).

Es la eterna dualidad del ser humano: la duda de hacer lo que es correcto realmente, o hacer lo que se cree correcto. Y no es lo mismo.

Gracias por valorar los aportes. Y sí, esto de Jekyll & hyde es el eterno dilema del ser humano: sus luces y sombras, el Yin y el Yang. Recordé, a propósito, un fragmento de la biblia en dónde el apóstol Pablo reflexiona sobre lo mismo, en Romanos 7: 15-24:

Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago. Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena. De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí. Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí. Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros.

¡Miserable de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?

Así uno se da cuenta de que este es un dilema antiguo que parece acompañar al ser humano. Ya en su tiempo, Pablo presentaba los mismos cuestonamientos.