- Cuentan las crónicas intergalácticas que, en este sector de la galaxia, existía no hace mucho tiempo un planeta que estaba tan alejado de su estrella que la luz de ese Sol apenas le llegaba. Los días eran cortos, pero las noches en cambio eran largas, frías y.., oscuras.
- EL PLANETA OSCURO -
Los pocos habitantes de este gélido mundo, vivían refugiados en grandes y espaciosas grutas resguardadas del intenso frío del exterior. Los científicos e ingenieros habían logrado acondicionar estas oquedades para construir viviendas, fábricas, invernaderos... Como energía para sus máquinas e iluminación disponían de unos extraños cristales luminosos que se encontraban en ciertos lugares de la superficie del planeta, pero se agotaban a las pocas horas de uso, teniendo que volver situarlos en donde se encontraban para que se regeneraran. Todos los días al anochecer los habitantes de aquel mundo salían en busca de estos cristales luminosos. Para poder amenizar aquellas largas noches habían construido una gran sala comunal en donde se reunían, en ella se hablaba y se debatía sobre cualquier tema. Uno de estos temas y que de más debate generaba era sobre la posibilidad de que otros lejanos mundos de la galaxia estuvieran habitados..,unos decían que si, otros que no.., los científicos en cambio eran escépticos ante tal posibilidad viendo las grandes dificultades de habitabilidad en que se encontraban.El debate continuaba hasta que esos cristales luminosos se agotaban y, entonces, todos se iban a sus hogares.
Un día que se encontraban recogiendo esos cristales, se fijaron en el firmamento cómo una estrella se movía y se acercaba.., era una nave espacial que, apenas sin hacer ruido se posó junto a ello. Se abrió una puerta y salió un hombre muy parecido a ellos:
-"Caramba, - les dijo-, y yo que pensaba que este planeta no estaba habitado -.me llamo Antonio y soy de un planeta llamado "Tierra", situado en un sistema solar en el brazo de Orión". Aquellas gentes escuchaban en silencio y con mucha atención las palabras de aquel viajero de las estrellas. "Tengo que revisar la computadora de la nave.., se me ha "colgado", he perdido el rumbo y he acabado en vuestro mundo..."
Los habitantes de este planeta se ofrecieron para ayudarle, parece ser que era un comerciante estelar, su nave estaba repleta de todo tipo de mercancías y al mismo tiempo ellos le contaron el problema que tenían con los cristales.
- "En mi planeta utilizamos la electricidad, pero -de vez en cuando - se produce un "apagón" y entonces utilizamos un sistema de iluminación que utilizaban nuestros antepasados..." Y de una caja sacó una vela.., "es simple pero funciona", -les dijo mientras con una cerilla la encendía -. Aquellas gentes se quedaron asombradas con aquel objeto que ardía y al mismo tiempo iluminaba.., "tengo aquí una caja os la voy a dar como muestra de agradecimiento, así como las instrucciones de como fabricarlas.., y no os olvidéis de las cerillas". Después subió a su nave y partió de nuevo rumbo a las estrellas. Los habitantes de este mundo estaban encantados, en un momento habían resuelto dos problemas; en otros mundos había seres humanos como ellos y, sobre todo, disponían de un nuevo sistema de iluminación. Enseguida se organizaron; gracias a las instrucciones aprendieron a fabricar las velas.., decidieron seguir con su tradición de reunirse en la sala comunal manteniendo siempre encendida una vela en honor y recuerdo de ese viajero del espacio.., las largas noches ya no serían tan oscuras. Pasaron los años y, cientos de años después aquel recuerdo de ese viajero se transformó en una especie de culto en donde todas las noches se veneraba a un nuevo Dios llamado "Antón" que les había traído la "sagrada llama". Toda una serie de rituales se oficiaban todas las noches bajo la atenta mira de el maestre de la orden de "la llama sagrada" que imponía normas para evitar que alguien pasara junto a la vela colocada en un altar, con el objetivo de que ésta no se fuera a apagar.., y sobre todo les rogaba; !! que nadie estornude delante de la llama !!.
Sin embargo una noche sucedió lo que el maestre más temía:
!!! Aaachiiisss !!!
De repente la sala se quedó a oscuras y en silencio.., de pronto alguien dijo; - "pero, ¿quién ha sido el que..."?. Entonces alguien entró en la sala con uno de aquellos cristales luminosos.., todos se miraban y ponían cara de decir.., "pues yo no he sido. " Después de lamentarse todos acusaban al maestre..."Tantas normas y rituales y mira lo que ha pasado." El maestre viendo que perdía el control, se dirigió a ellos con estas palabras: " Tranquilos hermanos, el Dios "Antón" ha previsto esta eventualidad pues tenemos las sagradas cerillas que nos devolverán la sagrada llama..," y se puso encender una cerilla... Pero el tiempo transcurrido y la humedad había inutilizado las cerillas.., los habitantes de aquél planeta aprendieron a fabricar velas pero se habían olvidado de fabricar cerillas y, las instrucciones para fabricarlas se habían perdido...
- EL PLANETA OSCURO -
Los pocos habitantes de este gélido mundo, vivían refugiados en grandes y espaciosas grutas resguardadas del intenso frío del exterior. Los científicos e ingenieros habían logrado acondicionar estas oquedades para construir viviendas, fábricas, invernaderos... Como energía para sus máquinas e iluminación disponían de unos extraños cristales luminosos que se encontraban en ciertos lugares de la superficie del planeta, pero se agotaban a las pocas horas de uso, teniendo que volver situarlos en donde se encontraban para que se regeneraran. Todos los días al anochecer los habitantes de aquel mundo salían en busca de estos cristales luminosos. Para poder amenizar aquellas largas noches habían construido una gran sala comunal en donde se reunían, en ella se hablaba y se debatía sobre cualquier tema. Uno de estos temas y que de más debate generaba era sobre la posibilidad de que otros lejanos mundos de la galaxia estuvieran habitados..,unos decían que si, otros que no.., los científicos en cambio eran escépticos ante tal posibilidad viendo las grandes dificultades de habitabilidad en que se encontraban.El debate continuaba hasta que esos cristales luminosos se agotaban y, entonces, todos se iban a sus hogares.
Un día que se encontraban recogiendo esos cristales, se fijaron en el firmamento cómo una estrella se movía y se acercaba.., era una nave espacial que, apenas sin hacer ruido se posó junto a ello. Se abrió una puerta y salió un hombre muy parecido a ellos:
-"Caramba, - les dijo-, y yo que pensaba que este planeta no estaba habitado -.me llamo Antonio y soy de un planeta llamado "Tierra", situado en un sistema solar en el brazo de Orión". Aquellas gentes escuchaban en silencio y con mucha atención las palabras de aquel viajero de las estrellas. "Tengo que revisar la computadora de la nave.., se me ha "colgado", he perdido el rumbo y he acabado en vuestro mundo..."
Los habitantes de este planeta se ofrecieron para ayudarle, parece ser que era un comerciante estelar, su nave estaba repleta de todo tipo de mercancías y al mismo tiempo ellos le contaron el problema que tenían con los cristales.
- "En mi planeta utilizamos la electricidad, pero -de vez en cuando - se produce un "apagón" y entonces utilizamos un sistema de iluminación que utilizaban nuestros antepasados..." Y de una caja sacó una vela.., "es simple pero funciona", -les dijo mientras con una cerilla la encendía -. Aquellas gentes se quedaron asombradas con aquel objeto que ardía y al mismo tiempo iluminaba.., "tengo aquí una caja os la voy a dar como muestra de agradecimiento, así como las instrucciones de como fabricarlas.., y no os olvidéis de las cerillas". Después subió a su nave y partió de nuevo rumbo a las estrellas. Los habitantes de este mundo estaban encantados, en un momento habían resuelto dos problemas; en otros mundos había seres humanos como ellos y, sobre todo, disponían de un nuevo sistema de iluminación. Enseguida se organizaron; gracias a las instrucciones aprendieron a fabricar las velas.., decidieron seguir con su tradición de reunirse en la sala comunal manteniendo siempre encendida una vela en honor y recuerdo de ese viajero del espacio.., las largas noches ya no serían tan oscuras. Pasaron los años y, cientos de años después aquel recuerdo de ese viajero se transformó en una especie de culto en donde todas las noches se veneraba a un nuevo Dios llamado "Antón" que les había traído la "sagrada llama". Toda una serie de rituales se oficiaban todas las noches bajo la atenta mira de el maestre de la orden de "la llama sagrada" que imponía normas para evitar que alguien pasara junto a la vela colocada en un altar, con el objetivo de que ésta no se fuera a apagar.., y sobre todo les rogaba; !! que nadie estornude delante de la llama !!.
Sin embargo una noche sucedió lo que el maestre más temía:
!!! Aaachiiisss !!!
De repente la sala se quedó a oscuras y en silencio.., de pronto alguien dijo; - "pero, ¿quién ha sido el que..."?. Entonces alguien entró en la sala con uno de aquellos cristales luminosos.., todos se miraban y ponían cara de decir.., "pues yo no he sido. " Después de lamentarse todos acusaban al maestre..."Tantas normas y rituales y mira lo que ha pasado." El maestre viendo que perdía el control, se dirigió a ellos con estas palabras: " Tranquilos hermanos, el Dios "Antón" ha previsto esta eventualidad pues tenemos las sagradas cerillas que nos devolverán la sagrada llama..," y se puso encender una cerilla... Pero el tiempo transcurrido y la humedad había inutilizado las cerillas.., los habitantes de aquél planeta aprendieron a fabricar velas pero se habían olvidado de fabricar cerillas y, las instrucciones para fabricarlas se habían perdido...
Todos los días al anochecer los habitantes de aquél mundo salían en busca de estos cristales luminosos y, de vez en cuando, miraban al firmamento para ver si alguna estrella se movía... -