La desnudez del personaje de la carta remite a la desnudez que se siente cuando uno deja atrás el proceso racional y lógico, para dejarse guiar por la intuición pura. Para alguien que ha vivido toda su vida bajo la protección racional y el constante argumento de una vida bien ordenada, pasar a experimentarlo todo por puro instinto puede ser traumático. Sería como dejar a un Gran Emperador acostumbrado al constante servicio de sus sirvientes, abandonado a su suerte en una selva, sin ropas ni herramienta alguna más que su mente y las imágenes que a ella acudan sin control ni sostén de un entorno bien estructurado. El Emperador no sabría muy bien por dónde empezar. En la selva no sirve tocar la campana porque nadie vendrá a asistirle. Tampoco será útil la lectura y revisión de libros que están cómodamente ordenados en su enorme biblioteca personal. Nada de lo que el tenga en su castillo y nada de lo que la gente admire de el, le es útil en la selva. En un paisaje salvaje lo que le ayudará serán sus reacciones inmediatas, lo que le hará comportarse como un ser primitivo que se mueve empujado por las señales del viento, las huellas en la tierra o sus propias sensaciones y emociones que en un lugar así estarán a flor de piel, listas para estallar.
Estrella también habla de aquel aspecto intuitivo, de esa llamada que viene del alma o de aquel sitio que se ubica más allá de lo matemático, conceptual y coherente. Una dimensión en dónde las cosas no son lineales y en dónde las bendiciones pueden llegar desde cualquier sitio y de las formas más inesperadas posibles. Porque eso es lo que tiene el mundo de la intuición: te sacas un poco de ropa pero a cambio ganas una potente carga de energía que proviene de una fe pura e impoluta que recuerda, además, la profunda inspiración espiritual de los pueblos más antiguos.
Estrella también habla de aquel aspecto intuitivo, de esa llamada que viene del alma o de aquel sitio que se ubica más allá de lo matemático, conceptual y coherente. Una dimensión en dónde las cosas no son lineales y en dónde las bendiciones pueden llegar desde cualquier sitio y de las formas más inesperadas posibles. Porque eso es lo que tiene el mundo de la intuición: te sacas un poco de ropa pero a cambio ganas una potente carga de energía que proviene de una fe pura e impoluta que recuerda, además, la profunda inspiración espiritual de los pueblos más antiguos.
Carta: The Star.
Baraja: Mountain Dream Tarot.
Diseñador: Bea Nettles.
Detalles técnicos y copyrights:
Tarot Deck - 78 Cards || Inky Press Productions
Origen de la información: http://aquariantarot.blogspot.com.es/201...carta.html
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