Es una pregunta que también me he hecho respecto a las cartas. Creo que puede cambiar el supuesto porvenir en el tarot, pero no en la vida real. Mi concepto del destino es que sí existe y que no se puede modificar, incluso siendo dueños de nuestras propias decisiones. Creo que un buen tarotista sabría ver hasta qué decisiones vamos a tomar y el camino real por el que vamos a ir, llegando al punto final que es la respuesta a la pregunta.
Por ejemplo, aunque tengas varios caminos, si tu destino es casarte con X o tener hijos con Y, tendría que aparecer en el tarot como un hecho que no puedes modificar, aunque en ese momento no lo creas posible o lo veas inviable. No creo que eso afecte al libre albedrío sino que dicha libertad ya debería quedar anticipada para un buen tarotista.
Partiendo de esa base, no creo que consultar mucho cambie el destino. En mi caso, que he consultado con frecuencia el tarot algunas temporadas de mayor confusión, solo ha servido para que las tiradas posteriores sean más negativas o contradictorias. Y, al final, no sucedía lo malo ni lo bueno. Simplemente no se daba porque lo más certero solía ser lo primero, cuando no había ansiedad ni contaminación mental, por decirlo de alguna forma.
Así que no creo que las cartas tengan el poder de cambiarte el destino ni perjudicarte más. Simplemente te genera un estado de alarma que puede provocar que, por esos nervios, te perjudiques en tu objetivo y se retrase lo deseado. Aunque tampoco creo que las cosas se adelanten o retrasen como creen algunas tarotistas, porque se supone que el universo es perfecto y todo pasa cuando tiene que pasar.
Por ejemplo, aunque tengas varios caminos, si tu destino es casarte con X o tener hijos con Y, tendría que aparecer en el tarot como un hecho que no puedes modificar, aunque en ese momento no lo creas posible o lo veas inviable. No creo que eso afecte al libre albedrío sino que dicha libertad ya debería quedar anticipada para un buen tarotista.
Partiendo de esa base, no creo que consultar mucho cambie el destino. En mi caso, que he consultado con frecuencia el tarot algunas temporadas de mayor confusión, solo ha servido para que las tiradas posteriores sean más negativas o contradictorias. Y, al final, no sucedía lo malo ni lo bueno. Simplemente no se daba porque lo más certero solía ser lo primero, cuando no había ansiedad ni contaminación mental, por decirlo de alguna forma.
Así que no creo que las cartas tengan el poder de cambiarte el destino ni perjudicarte más. Simplemente te genera un estado de alarma que puede provocar que, por esos nervios, te perjudiques en tu objetivo y se retrase lo deseado. Aunque tampoco creo que las cosas se adelanten o retrasen como creen algunas tarotistas, porque se supone que el universo es perfecto y todo pasa cuando tiene que pasar.