Lo primero que se debe tener claro para introducirse en el tema de los Signos astrológicos es comprender que los 12 signos se encuentran divididos según el elemento que les caracteriza.
Los 4 elementos fundamentales son: Aire, Fuego, Tierra y Agua y cada elemento contiene una tríada de signos que comparten la misma energía.
Elemento Aire / Signos que comparten esta energía = Geminis, Libra y Acuario.
Elemento Fuego / Signos que comparten esta energía = Aries, Leo y Sagitario.
Elemento Tierra / Signos que comparten esta energía = Tauro, Virgo y Capricornio.
Elemento Agua / Signos que comparten esta energía = Cáncer, Escorpio y Piscis.
Las características de cada elemento son:
Aire / Mental e intelectual.
Fuego / Pasión y espontáneidad.
Tierra / Práctico y aterrizado, serio.
Agua / Emocional.
A su vez cada signo tiene un Signo opuesto y complementario, que vendría a ser el signo con quién se tiene mayor compatibilidad no por lo iguales, sino por ser practicamente una foto en negativo del otro, lo que permite en esta vida aprender mucho de nuestro Hermano Astrológico.
Por ejemplo:
El Signo opuesto y complementario de Aries es Libra y viceversa. Esto quiere decir que la brualidad y espontáneidad de Aries puede aprender mucho del protocolo y las buenas maneras que caracterizan a Libra. A su vez Libra, signo indeciso por naturaleza, puede aprender de Aries el ser mucho más decidido, aprendiéndo a decantarse por las cosas si miedo a herir a los demás.
La tabla de Signos Opuestos y Complementarios es la siguiente:
- Aries ======== Libra.
- Taruro ======= Escorpio
- Geminis ===== Sagitario
- Cáncer ====== Capricornio.
- Leo ========= Acuario
- Virgo ========Piscis
El conocer cual es nuestro signo opuesto y complementario nos permite revisar e introducirnos en ese signo para aprender cosas de el. De la misma forma, si nos encontramos con personas que sea nuestro Hermano Astrológico, es muy probable que sea para pulir nuestro propio signo y darle mayor equilibrio con ayuda de nuestro opuesto complementario.
En la imagen de la Rueda Astrológica, encontraremos a nuestro Signo opuesto y complementario justo frente a nuestro signo, como una metáfora de nuestro propio espejo.
Los 4 elementos fundamentales son: Aire, Fuego, Tierra y Agua y cada elemento contiene una tríada de signos que comparten la misma energía.
Elemento Aire / Signos que comparten esta energía = Geminis, Libra y Acuario.
Elemento Fuego / Signos que comparten esta energía = Aries, Leo y Sagitario.
Elemento Tierra / Signos que comparten esta energía = Tauro, Virgo y Capricornio.
Elemento Agua / Signos que comparten esta energía = Cáncer, Escorpio y Piscis.
Las características de cada elemento son:
Aire / Mental e intelectual.
Fuego / Pasión y espontáneidad.
Tierra / Práctico y aterrizado, serio.
Agua / Emocional.
A su vez cada signo tiene un Signo opuesto y complementario, que vendría a ser el signo con quién se tiene mayor compatibilidad no por lo iguales, sino por ser practicamente una foto en negativo del otro, lo que permite en esta vida aprender mucho de nuestro Hermano Astrológico.
Por ejemplo:
El Signo opuesto y complementario de Aries es Libra y viceversa. Esto quiere decir que la brualidad y espontáneidad de Aries puede aprender mucho del protocolo y las buenas maneras que caracterizan a Libra. A su vez Libra, signo indeciso por naturaleza, puede aprender de Aries el ser mucho más decidido, aprendiéndo a decantarse por las cosas si miedo a herir a los demás.
La tabla de Signos Opuestos y Complementarios es la siguiente:
- Aries ======== Libra.
- Taruro ======= Escorpio
- Geminis ===== Sagitario
- Cáncer ====== Capricornio.
- Leo ========= Acuario
- Virgo ========Piscis
El conocer cual es nuestro signo opuesto y complementario nos permite revisar e introducirnos en ese signo para aprender cosas de el. De la misma forma, si nos encontramos con personas que sea nuestro Hermano Astrológico, es muy probable que sea para pulir nuestro propio signo y darle mayor equilibrio con ayuda de nuestro opuesto complementario.
En la imagen de la Rueda Astrológica, encontraremos a nuestro Signo opuesto y complementario justo frente a nuestro signo, como una metáfora de nuestro propio espejo.
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