A quien no le hace falta un empujón económico?
Estamos en época de la recolección de las mieses y por tanto la mas idónea para hacer este ritual.
Este ritual se hace pidiéndole con firmeza, casi exigiéndole, a San Onofre y rogándole a Santo Tomas de Villanueva, no se debe hacer mas una vez al año excepto en caso de mucha necesidad y, aunque se puede hacer en cualquier época, la época más adecuada para hacerlo es el tiempo de la recogida de las mieses. Hay que preparar:
– Un vaso de cristal transparente comprado en martes
– Un plato hondo ovalado
– 21 monedas variadas, da igual el tipo de moneda que sea
– Una cucharada de sal gorda
– Un canutillo de canela
– 3 hojas de laurel
– Un tallo de romero
– Una cucharada de azúcar moreno
– Tres espigas de trigo, si no es posible conseguirlas un puñado pequeño de trigo
– La estampa de San Onofre
– Un pan o una rosca tamaño miniatura
– Una botellita pequeña con agua
– Una botella grande de agua bendita
Se pone la estampa de San Onofre detrás de la puerta de entrada, junto a la estampa se cuelga el pan y la botellita de agua
Hay que lavar el vaso con la sal, se seca muy bien con un trapo blanco y se llena de agua bendita
Se coloca el plato lo más cerca posible de la entrada de la casa o el negocio.
En el centro del plato se pone el azúcar, se coloca el vaso a la derecha, la canela, el romero y el laurel a la izquierda, alrededor del plato las 21 monedas y por encima de las monedas el trigo. Al vaso no le debe faltar el agua. Las 21 monedas se van cambiando de posición a diario
El día que se pone se dice por tres veces: “San Onofre bendito custodio de las riquezas del mundo y de todos sus tesoros dame lo que necesito”
Cada día al mover las monedas se le hace el ruego a Santo Tomas de Villanueva diciendo: “Santo Tomas de Villanueva, obispo de Casasanta, concédeme lo que necesito que me hace mucha falta. Por tu padre, por tu madre, por las olas de la mar que vienen y van, de las tres obras que hagas al día, la primera que sea la mía”
P.D. Es un ritual que se hacia en las zonas rurales de mi tierra, es muy antiguo y, como todo lo que sé, lo aprendí de mis antepasados
Estamos en época de la recolección de las mieses y por tanto la mas idónea para hacer este ritual.
Este ritual se hace pidiéndole con firmeza, casi exigiéndole, a San Onofre y rogándole a Santo Tomas de Villanueva, no se debe hacer mas una vez al año excepto en caso de mucha necesidad y, aunque se puede hacer en cualquier época, la época más adecuada para hacerlo es el tiempo de la recogida de las mieses. Hay que preparar:
– Un vaso de cristal transparente comprado en martes
– Un plato hondo ovalado
– 21 monedas variadas, da igual el tipo de moneda que sea
– Una cucharada de sal gorda
– Un canutillo de canela
– 3 hojas de laurel
– Un tallo de romero
– Una cucharada de azúcar moreno
– Tres espigas de trigo, si no es posible conseguirlas un puñado pequeño de trigo
– La estampa de San Onofre
– Un pan o una rosca tamaño miniatura
– Una botellita pequeña con agua
– Una botella grande de agua bendita
Se pone la estampa de San Onofre detrás de la puerta de entrada, junto a la estampa se cuelga el pan y la botellita de agua
Hay que lavar el vaso con la sal, se seca muy bien con un trapo blanco y se llena de agua bendita
Se coloca el plato lo más cerca posible de la entrada de la casa o el negocio.
En el centro del plato se pone el azúcar, se coloca el vaso a la derecha, la canela, el romero y el laurel a la izquierda, alrededor del plato las 21 monedas y por encima de las monedas el trigo. Al vaso no le debe faltar el agua. Las 21 monedas se van cambiando de posición a diario
El día que se pone se dice por tres veces: “San Onofre bendito custodio de las riquezas del mundo y de todos sus tesoros dame lo que necesito”
Cada día al mover las monedas se le hace el ruego a Santo Tomas de Villanueva diciendo: “Santo Tomas de Villanueva, obispo de Casasanta, concédeme lo que necesito que me hace mucha falta. Por tu padre, por tu madre, por las olas de la mar que vienen y van, de las tres obras que hagas al día, la primera que sea la mía”
P.D. Es un ritual que se hacia en las zonas rurales de mi tierra, es muy antiguo y, como todo lo que sé, lo aprendí de mis antepasados