Estoy de acuerdo contigo en que para nada somos víctimas, que podíamos haber salido corriendo mucho antes.

MI historia está más que finiquitada, porque decidí que nunca más me haría daño. Me di cuenta que se habia convertido en una obsesión, que eso no era amor. Que las personas que había habido entre medias, me habían demostrado lo que era ese sentimiento de verdad. Que el amor no duele, que lo que había entre nosotrso era otra cosa.

Ahora me da mucha pena, porque él sigue en sus trece de ser como es. Los demás somos felices, por nosotros mismos, pero él nunca está contento con nada. De ahí su capacidad de hacer daño, y de hacerse daño, que es lo peor de todo.

(06-07-2017, 13:49 PM)glow escribió:  

(06-07-2017, 13:38 PM)Phoenicoperus escribió:  @glow la pena de esto es que acabarás soltando por desgaste, después de haberte hecho tanto daño y haber hecho tanta mella en ti que, te condicionará para siempre.

Lo que hemos vivido es una relacion tóxica en toda regla, en la que sabemos que nos hacen daño y no queremos parar. Es un reflejo de la carta del Diablo, todo aquello que nos ata, que nos somete, que sabemos que no es bueno para nosotros, pero no lo dejamos.

Si quieres un consejo, porque yo también he pasado por ello, no llegues al desgaste, suelta antes de que te haga una herida tan profund que dejes de ser tú.

Tal cual, la carta del diablo. ¿Sabes que la palabra adicto viene de addictus? Adictus era la persona que en la antigua Roma cuando no podía pagar sus deudas era vendida como esclavo más allá del Tíber. El ser adicto es una esclavitud.

Hace años que me hizo una herida tan profunda que jamás pensé que pudiera perdonarle, pero lo hice (eso sí, mucho tiempo después). Y esa herida no es que me haya hecho dejar de ser yo, sino que me ha convertido en el yo que soy ahora. Hace unos cuantos años que ya es demasiado tarde, solo que ya sé qué no quiero, y por qué cosas no voy a pasar. Que termine soltando es una cuestión de tiempo, porque cuando no recibes lo que quieres, al fnal como no somos masocas pues terminamos soltando. Ah y he aprendido una cosa, yo no he sido víctima en todo esto, sino cooperador necesario.

Espero que tú con tu historia lo lleves mejor, a mi llegar a este punto me ha costado mucho sufrimiento y mucho aprendizaje, pero no ha sido tiempo tirado.

Muchos textos mencionan que para liberarse de una relación kármica la clave es siempre el perdón, pero no esperar el perdón del otro, sino que aprender a perdonarse uno mismo.
Comprender porque una relación nos produce dolor, conflictos es importante para evaluar el tipo de amor que estamos viviendo. Podemos inclusive sentir al conocer a alguien que es nuestra otra parte o “alma gemela”. Pero con el tiempo, si logramos aprender de las experiencias, podemos liberarnos y aceptar que esa persona era parte de nuestro crecimiento y que ya es tiempo de cerrar el ciclo.
Para encontrar a nuestra alma gemela, debemos primero sanar nuestros conflictos, nuestro karma. Podemos atravesar por muchas relaciones, ya sean kármicas o afines, que nos prepararán para ese encuentro y para poder reconocer a esa persona que es parte de nosotros desde el origen de los tiempos. Sólo entonces nos damos cuenta que aquello que creíamos sentir antes, no tiene comparación con la unión que vivimos con el alma gemela.