Pues el destino de cada uno es variable, pero como persona que en su día pasó una depresión, lo que sí te puedo decir es que sí se sale. Hay varios tipos de depresiones que varían por su intensidad, además de que no es lo mismo que el origen sea un problema que ha derivado en ella a una razón que se desconoce.
Para mí la enfermedad crónica no existe. Es el término médico que te transforma de paciente a cliente, porque cualquier enfermedad crónica para la Medicina te convierte en esclavo de los medicamentos de por vida. Pero al igual que la tensión arterial y el colesterol pueden considerarse crónicos, conozco mucha gente que se han curado sin probar la medicación o que la estaban tomando y la pudieron abandonar.
Pues con la depresión sucede algo parecido. Primero habría que entender la causa y para eso está el psicólogo, porque sepas o no el motivo toda enfermedad tiene una razón y comenzó en algún punto que puedes recordar o no. Pero la clave está en regresar a ese punto, a poder entender qué provoca el estado depresivo (que una vez dentro no se puede controlar).
Después está la medicación, que para irla quitando es importante limpiar y la tarea no es sencilla, pues el cuerpo ya está acostumbrado y el cambio progresivo puede derivar en recaídas (como es tu caso). Esto implica que, efectivamente, no estás curado porque lo que te mantenía en mejor estado eran los medicamentos, que tapan el problema pero no lo curan de raíz. Ahí habría que volver al origen del problema (tanto si lo recuerdas como si no). Y te digo esto porque se puede tener depresión sin haber habido un suceso traumático de fondo y que no entiendas por qué tu cuerpo y mente están mal.
La peor parte es no tener a dónde agarrarte, porque lo que antes te hacía ilusión ahora no tiene ningún sentido para ti. No encuentras la emoción para sobrevivir. Conozco bien esa terrible sensación y créeme que se sale de ella. A mí me ayudó mucho, en su día, leer una saga de libros para entretener la mente y hacer crucigramas. Parace una tontería pero eso me mantenía con vida. Sumado a que solo pensaba en que no quería que mi familia sufriera por mi culpa.
Piensa ahora, aunque sea por un instante, que el hecho de irte de este mundo no implica que dejes de sentir, que dejes de sufrir. Y lo que es peor, que mientras sufres puedas ver a tu familia mal por tu partida. Piensa en lo que supondría esa desgracia, en que no podrías volver atrás, en que no sabes si vas a poder avanzar en otro plano por haber cortado tu vida. Porque esté o no en tu destino, en tus manos está ahora vivir.
Busca ayuda, todavía tienes fuerza. Dices que por el covid no has podido viajar. No sé en qué país estás ahora, pero las fronteras ya están abiertas y deberías darte la oportunidad de disfrutar de cada segundo y valorar lo que te rodea.
Piensa que todavía puedes elegir. Quien muere ya no tiene opción, pero quien vive las tiene todas. Sé que no es fácil tomar decisiones en tu estado, pero nunca creas que algo es para toda la vida. Si algo no te da resultado, cámbialo. Plantéate cambiar de especialista, probar otras opciones, terapias alternativas que te ayuden a equilibrar tu cuerpo y tu mente.
¿Podría estar el suicidio en el destino de una persona? Sí, pero también podría estar en su destino VIVIR.
Para mí la enfermedad crónica no existe. Es el término médico que te transforma de paciente a cliente, porque cualquier enfermedad crónica para la Medicina te convierte en esclavo de los medicamentos de por vida. Pero al igual que la tensión arterial y el colesterol pueden considerarse crónicos, conozco mucha gente que se han curado sin probar la medicación o que la estaban tomando y la pudieron abandonar.
Pues con la depresión sucede algo parecido. Primero habría que entender la causa y para eso está el psicólogo, porque sepas o no el motivo toda enfermedad tiene una razón y comenzó en algún punto que puedes recordar o no. Pero la clave está en regresar a ese punto, a poder entender qué provoca el estado depresivo (que una vez dentro no se puede controlar).
Después está la medicación, que para irla quitando es importante limpiar y la tarea no es sencilla, pues el cuerpo ya está acostumbrado y el cambio progresivo puede derivar en recaídas (como es tu caso). Esto implica que, efectivamente, no estás curado porque lo que te mantenía en mejor estado eran los medicamentos, que tapan el problema pero no lo curan de raíz. Ahí habría que volver al origen del problema (tanto si lo recuerdas como si no). Y te digo esto porque se puede tener depresión sin haber habido un suceso traumático de fondo y que no entiendas por qué tu cuerpo y mente están mal.
La peor parte es no tener a dónde agarrarte, porque lo que antes te hacía ilusión ahora no tiene ningún sentido para ti. No encuentras la emoción para sobrevivir. Conozco bien esa terrible sensación y créeme que se sale de ella. A mí me ayudó mucho, en su día, leer una saga de libros para entretener la mente y hacer crucigramas. Parace una tontería pero eso me mantenía con vida. Sumado a que solo pensaba en que no quería que mi familia sufriera por mi culpa.
Piensa ahora, aunque sea por un instante, que el hecho de irte de este mundo no implica que dejes de sentir, que dejes de sufrir. Y lo que es peor, que mientras sufres puedas ver a tu familia mal por tu partida. Piensa en lo que supondría esa desgracia, en que no podrías volver atrás, en que no sabes si vas a poder avanzar en otro plano por haber cortado tu vida. Porque esté o no en tu destino, en tus manos está ahora vivir.
Busca ayuda, todavía tienes fuerza. Dices que por el covid no has podido viajar. No sé en qué país estás ahora, pero las fronteras ya están abiertas y deberías darte la oportunidad de disfrutar de cada segundo y valorar lo que te rodea.
Piensa que todavía puedes elegir. Quien muere ya no tiene opción, pero quien vive las tiene todas. Sé que no es fácil tomar decisiones en tu estado, pero nunca creas que algo es para toda la vida. Si algo no te da resultado, cámbialo. Plantéate cambiar de especialista, probar otras opciones, terapias alternativas que te ayuden a equilibrar tu cuerpo y tu mente.
¿Podría estar el suicidio en el destino de una persona? Sí, pero también podría estar en su destino VIVIR.