Son las que controlan los vientos. En cuanto a tamaño son las más grandes, son bellas semihumanas voladoras de aspecto delicado. Físicamente, una sílfide tiene la apariencia de una elfa o una humana, muy bella y de rasgos delicados. Tienen alas de libélula y son transparentes o con manchas iridiscentes. Sus cabellos son largos y del color típico de una humana, aunque también pueden ser azules, verdes o violetas.
Son seres neutrales, de carácter amigable. Mantienen el aspecto juvenil durante toda su vida. Hablan en un lenguaje musical, propio de los seres mágicos con los que están emparentadas.
Las sílfides habitan en las alturas, ya sea en las montañas o en las copas de altos árboles. Rara vez se las ve en tierra firme. Construyen sus nidos individuales en las laderas de las montañas, o tallados en los árboles.
Una sílfide tiene capacidad de levitar innatamente. Su ágil vuelo es comparable al de pocos seres. Puede volar y moverse libremente, las alas sólo le sirven para coger impulso. Sin embargo, esta capacidad de levitar es de carácter mágico. Si se lanza contra ellas un conjuro antimagia dejan de volar.
Las sílfides tienen otras muchas habilidades mágicas, como la de hacerse visible o invisible a voluntad, y la de invocar elementales del aire. Pueden tener descendencia con humanos o elfos. Una vez que deposita un único huevo perlino, invoca a un elemental del aire para que proteja y dé calor al huevo hasta el momento de su eclosión. Las pequeñas sílfides tienen el aspecto de una niña humana, pero con dos pequeñas alitas, pueden alcanzar el ágil vuelo a partir de los 10 años.
Los Silfos representan junto con las Hadas los espíritus que comparten el mundo de los aires y son los que controlan los vientos. Así como en el agua, hay canales invisibles para nosotros que corresponden a los vientos.
Cuando el aire se descontrola y produce una tempestad, causa estragos no sólo para el hombre sino también para las hadas que trabajan en distintas tareas. Estos seres son prácticamente ingrávidos, ya que están constituidos en su casi totalidad por aire y luz.
Los Fylgiar:
Son una especie de espíritu aéreo que sólo puede ser visto por el humano del que es familiar, es decir, se asocia desde el nacimiento de éste, y se revela justo antes de su muerte, para guiarlo como un ángel protector hacia su morada eterna. De acuerdo a la mitología nórdica a la que pertenecen, señalan el camino y acompañan al fallecido hacia el Valhalla, el “Cielo” escandinavo, donde él permanece hasta que el alma del humano se siente confortada. Jamás puede ser visto por otra persona que no sea su protegido.
Son originarios de Islandia, y se cree que un niño islandés que nace mientras se oye un graznido será especial, y que atravesará su vida con la compañía feérica, una sombra o presencia familiar conocida como Fylgiar. Éste sirve al niño, y se dice que el mismo también sirve al Fylgiar mientras duerme o proyecta sus sueños. Este espíritu puede oírse o detectarse por suaves ruidos o murmullos.
REFERENCIA: WICCARENCARNADA
Son seres neutrales, de carácter amigable. Mantienen el aspecto juvenil durante toda su vida. Hablan en un lenguaje musical, propio de los seres mágicos con los que están emparentadas.
Las sílfides habitan en las alturas, ya sea en las montañas o en las copas de altos árboles. Rara vez se las ve en tierra firme. Construyen sus nidos individuales en las laderas de las montañas, o tallados en los árboles.
Una sílfide tiene capacidad de levitar innatamente. Su ágil vuelo es comparable al de pocos seres. Puede volar y moverse libremente, las alas sólo le sirven para coger impulso. Sin embargo, esta capacidad de levitar es de carácter mágico. Si se lanza contra ellas un conjuro antimagia dejan de volar.
Las sílfides tienen otras muchas habilidades mágicas, como la de hacerse visible o invisible a voluntad, y la de invocar elementales del aire. Pueden tener descendencia con humanos o elfos. Una vez que deposita un único huevo perlino, invoca a un elemental del aire para que proteja y dé calor al huevo hasta el momento de su eclosión. Las pequeñas sílfides tienen el aspecto de una niña humana, pero con dos pequeñas alitas, pueden alcanzar el ágil vuelo a partir de los 10 años.
Los Silfos representan junto con las Hadas los espíritus que comparten el mundo de los aires y son los que controlan los vientos. Así como en el agua, hay canales invisibles para nosotros que corresponden a los vientos.
Cuando el aire se descontrola y produce una tempestad, causa estragos no sólo para el hombre sino también para las hadas que trabajan en distintas tareas. Estos seres son prácticamente ingrávidos, ya que están constituidos en su casi totalidad por aire y luz.
Los Fylgiar:
Son una especie de espíritu aéreo que sólo puede ser visto por el humano del que es familiar, es decir, se asocia desde el nacimiento de éste, y se revela justo antes de su muerte, para guiarlo como un ángel protector hacia su morada eterna. De acuerdo a la mitología nórdica a la que pertenecen, señalan el camino y acompañan al fallecido hacia el Valhalla, el “Cielo” escandinavo, donde él permanece hasta que el alma del humano se siente confortada. Jamás puede ser visto por otra persona que no sea su protegido.
Son originarios de Islandia, y se cree que un niño islandés que nace mientras se oye un graznido será especial, y que atravesará su vida con la compañía feérica, una sombra o presencia familiar conocida como Fylgiar. Éste sirve al niño, y se dice que el mismo también sirve al Fylgiar mientras duerme o proyecta sus sueños. Este espíritu puede oírse o detectarse por suaves ruidos o murmullos.
REFERENCIA: WICCARENCARNADA