Escucha a tu cuerpo
#1

Hay personas que invierten el mayor porcentaje de su tiempo en cuidar su cuerpo, gimnasio, running, pilates, e incluso retoques cirúrgicos. Y todo esto está muy bien, el cuerpo necesita ejercicio físico, pero no hay que descuidar la parte emocional.
Tenemos en la otra parte a gente que se centra en temas menos "mundanos" y se recrea en temas más místicos o espirituales, siembran las buenas emociones, la buena onda, el pensamiento positivo...
Lo ideal estaría a medio camino, entre lo uno y lo otro, cuida tu mente y cuida tu cuerpo. Pero esto no es fácil de conseguir dentro de nuestras rutinas.

Nuestro cuerpo es una máquina perfecta e inteligente que nos avisa de muchas maneras.

Alguna vez has sentido un dolor insoportable de cuello, aquello que está entre el corazón y la mente? Quizá esa alergia se agudiza en el período en el que tienes que tomar una decisión?
Duermes mal?

Escucha a tu cuerpo, es la voz cantante que le pone tonos a tu melodía interior. Y si te fijas un poco, si conoces un poco, te dará unas respuestas magistrales.

Un saludo.
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#2

Hola

Es cierto, el cuerpo es la maquina mas inteligente que existe. Sin embargo como lograr idenficarlo?
Estamos tan sumidos en el día a día. Trabajo- hogar -Trabajo, si nos duele algo, simplemente tomamos un analgésico.

Como aprender a escuchar al cuerpo?
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#3

Hola les comparto:

En el estómago se digiere la vida, en el se reciben todas las impresiones que vienen del exterior para ser digeridas.

Tomando en cuenta la bipolaridad, el femenino y masculino, el ying y el yang, el estómago representa parte de nuestro femenino. La capacidad de recibir los alimentos exige apertura, pasividad y capacidad de entrega. El principio femenino engloba la capacidad de aceptación, la abnegación, la sensibilidad y la facultad de recibir y guardar. Lo que representa el elemento femenino en el terreno psíquico es la sensibilidad, el mundo de la percepción. Si un individuo reprime en la mente la capacidad de sentir, esta función pasa al cuerpo, entonces el estómago tendrá que digerir y aceptar alimentos y sentimientos. En este caso, no es que el amor pase por el estómago sino que sentimos un peso en el estómago que más tarde o más temprano se manifestará como adiposidad. El estómago no solo realiza funciones de nuestro femenino. También realiza acciones de nuestro masculino, dichas acciones son simbolizados en procesos tales como: La creación de ácidos.

Los ácidos atacan, corroen, descomponen, son inequívocamente agresivos.

Cuando una persona no logra conectar con la agresividad y expresarse en el momento oportuno, entonces se somatizará en ácidos estomacales que pretenden modificar o digerir sentimientos que no son materiales.

Ya sea que la persona no muestre su agresividad natural y se someta o muestre una agresividad fuera de control, ninguna de estas dos opciones solucionará el problema base de la persona, ya que le falta la confianza y seguridad en si mismo, detona o se somete, pero continua llevando a cuestas su problema.

Para alguien que sufre del estómago, la vida y la comida tienen que estar exentas de desafíos. El ácido gástrico produce una sensación de opresión que impide registrar nuevas impresiones. La actitud básica de proyectar los sentimientos y la agresividad no hacia fuera sino hacia dentro, contra uno mismo provoca finalmente la úlcera de estómago. En lugar de digerir las impresiones del exterior, digerimos nuestro propio estómago. Quien padece del estómago tiene que aprender a tomar conciencia de sus sentimientos, afrontar conscientemente los conflictos y digerir conscientemente las impresiones. Admitir y reconocer sus deseos de dependencia infantil, de la protección materna y el afán de ser querido y mimado, una cierta dosis de autocompasión, incluso cuando estos deseos estén bien disimulados tras una fachada de independencia, autoridad y aplomo. También aquí el estómago revela la verdad.

REFLEXIONEMOS:

Si padeces del estómago, puedes hacerte las siguientes preguntas:

¿Qué es lo que no puedo o no quiero tragar?
¿Me consumo interiormente?
¿Cómo llevo mis sentimientos?
¿Qué me amarga?
¿Cómo llevo mi agresividad?
¿En qué medida huyo de los conflictos?
¿Hay en mi una añoranza reprimida de un paraíso infantil sin conflictos en el que se me quería y mimaba sin que yo tuviera que abrirme paso.

Referencia:
Sitio web: www.rutasdelalma.com
E-mail: rutasdelalma@gmail.com
Facebook: Rutas del Alma
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#4

(02-03-2018, 03:51 AM)Paula Andrea escribió:  Hola

Es cierto, el cuerpo es la maquina mas inteligente que existe. Sin embargo como lograr idenficarlo?
Estamos tan sumidos en el día a día. Trabajo- hogar -Trabajo, si nos duele algo, simplemente tomamos un analgésico.

Como aprender a escuchar al cuerpo?

Así es Paula Andrea, si nos duele algo nos tomamos un analgésico. Pero si nos duele algo de forma persistente y por supuesto, descartado médicamente cualquier enfermedad o patología, esa es la hora en la que hay que parar y preguntarse por qué?
Si un día te duele la cabeza, te tomas algo y ya, pero si normalmente te duele la cabeza y no hay ningún mal físico, es absurdo tomar medicamentos que no hacen más que dejar residuos en nuestro organismo, en este punto es donde hay que escuchar a nuestro cuerpo.
La mala alimentación, es estrés, la falta de descanso y las emociones no resueltas tarde o temprano pasan factura en nuestro físico. En casos de dolencias crónicas y repito habiendo descartado medicamente cualquier patología, hay que saber cuáles son las causas no físicas de esa dolencia. Tu cuerpo es el que te dá las señales y tu sentido común las pautas a seguir.
Saludos.

(02-03-2018, 14:53 PM)hadamadrina escribió:  Hola les comparto:

En el estómago se digiere la vida, en el se reciben todas las impresiones que vienen del exterior para ser digeridas.

Tomando en cuenta la bipolaridad, el femenino y masculino, el ying y el yang, el estómago representa parte de nuestro femenino. La capacidad de recibir los alimentos exige apertura, pasividad y capacidad de entrega. El principio femenino engloba la capacidad de aceptación, la abnegación, la sensibilidad y la facultad de recibir y guardar. Lo que representa el elemento femenino en el terreno psíquico es la sensibilidad, el mundo de la percepción. Si un individuo reprime en la mente la capacidad de sentir, esta función pasa al cuerpo, entonces el estómago tendrá que digerir y aceptar alimentos y sentimientos. En este caso, no es que el amor pase por el estómago sino que sentimos un peso en el estómago que más tarde o más temprano se manifestará como adiposidad. El estómago no solo realiza funciones de nuestro femenino. También realiza acciones de nuestro masculino, dichas acciones son simbolizados en procesos tales como: La creación de ácidos.

Los ácidos atacan, corroen, descomponen, son inequívocamente agresivos.

Cuando una persona no logra conectar con la agresividad y expresarse en el momento oportuno, entonces se somatizará en ácidos estomacales que pretenden modificar o digerir sentimientos que no son materiales.

Ya sea que la persona no muestre su agresividad natural y se someta o muestre una agresividad fuera de control, ninguna de estas dos opciones solucionará el problema base de la persona, ya que le falta la confianza y seguridad en si mismo, detona o se somete, pero continua llevando a cuestas su problema.

Para alguien que sufre del estómago, la vida y la comida tienen que estar exentas de desafíos. El ácido gástrico produce una sensación de opresión que impide registrar nuevas impresiones. La actitud básica de proyectar los sentimientos y la agresividad no hacia fuera sino hacia dentro, contra uno mismo provoca finalmente la úlcera de estómago. En lugar de digerir las impresiones del exterior, digerimos nuestro propio estómago. Quien padece del estómago tiene que aprender a tomar conciencia de sus sentimientos, afrontar conscientemente los conflictos y digerir conscientemente las impresiones. Admitir y reconocer sus deseos de dependencia infantil, de la protección materna y el afán de ser querido y mimado, una cierta dosis de autocompasión, incluso cuando estos deseos estén bien disimulados tras una fachada de independencia, autoridad y aplomo. También aquí el estómago revela la verdad.

REFLEXIONEMOS:

Si padeces del estómago, puedes hacerte las siguientes preguntas:

¿Qué es lo que no puedo o no quiero tragar?
¿Me consumo interiormente?
¿Cómo llevo mis sentimientos?
¿Qué me amarga?
¿Cómo llevo mi agresividad?
¿En qué medida huyo de los conflictos?
¿Hay en mi una añoranza reprimida de un paraíso infantil sin conflictos en el que se me quería y mimaba sin que yo tuviera que abrirme paso.

Referencia:
Sitio web: www.rutasdelalma.com
E-mail: rutasdelalma@gmail.com
Facebook: Rutas del Alma

Gracias Hada, no conocía esa página. Es increíble cómo podemos somatizar nuestras emociones.
Este es un campo que a través de los años no deja de enseñarme. Saludos.
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#5

Lo que los ojos callan:

Los ojos son el espejo del alma. A través de la mirada podemos leer los sentimientos de una persona.

Los ojos no solo reciben impresiones del exterior, sino que también son un proyector de nuestros pensamientos y emociones ¿Cómo vemos el mundo? ¿Cómo nos vemos a nosotros mismos? ¿Qué nos negamos a mirar?.

Las afecciones en los ojos nos hablan mucho de aquellas cosas que nos cuesta ver ó aceptar, aquellas circunstancias que tememos ó que preferimos no ver. Nos duele lo que vemos, cerramos los ojos a la realidad, nos lloran los ojos cuando hay tristeza contenida y se nublan cuando preferimos evadir la realidad. El dolor, las infecciones y hasta las enfermedades que traemos de nacimiento, nos hablan del dolor que el alma, guarda en silencio, por ejemplo:
 
La miopía: Puede revelarnos el temor a ver hacia el futuro. También puede revelarnos el temor de vernos hacia nosotros mismos. Por esta razón la necesidad de “borrar” el entorno para poder ver las cosas “de cerca” sin distracciones del entorno.
Astigmatismo: El astigmatismo revela problemas entre la vida interior y la vida social. Este problema lo experimenta la persona que no ve las cosas de la misma manera que los demás. Falta objetividad y se cierra a las opiniones de los otros validando solo la suya.
La conjuntivitis: Puede darse en casos de conflictos e indica la necesidad de “cerrar los ojos” a al dolor de dicho conflicto.
Cataratas: Pueden surgir cuando sentimos que estamos nos encontramos dentro de un entorno agresivo, de esta manera, la visión se vuelve “nublada” suavizando así las situaciones que estamos vivenciando.
Ceguera: Es la forma más extrema en la que se nos obliga a vernos a nosotros mismos ó mirar “hacia dentro” dejando de lado el exterior en su totalidad.

Si actualmente padeces alguna afección en los ojos dedicate un tiempo para ti mismo y reflexiona:
 
¿Que es lo que no quiero ver?
¿Evito reconocerme a mi mismo en mis obras?
¿Tengo miedo de ver las cosas con nitidez?
¿Puedo ver las cosas tal y como son?
¿A qué aspecto de mi personalidad cierro los ojos?

¡Disfruta del proceso!

Por: Harami Puertos
Rutas del Alma
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