Les comparto:
El karma define el propósito del encuentro entre las almas, de cierta forma, implica compartir los mismos objetivos personales, universales y álmicos sin importar que cada persona tenga sus propios ideales o propósitos de vida de manera independiente.
El encuentro de dos almas esta unido por un karma y es el que se viene a trabajar de manera conjunta, por ejemplo: vamos a suponer que tú karma es aprender a compartir de manera equilibrada, entonces a través de varias vidas, tu representarás diversos roles, algunas veces podrás representar el rol de una persona millonaria, otras veces serás una personas pobre y estos roles te ofrecerán cientos de oportunidades para aprender a compartir (con dinero o sin dinero) si este karma va unido a una persona en especial, de igual forma, a través de las diversas vidas, esta persona también representará diversos roles que abrirán posibilidades de aprendizajes. Por supuesto en un principio el desarrollo de una vida puede ser a través del dolor y el sufrimiento, a través de las pérdidas y el enfrentamiento con el egoísmo. En la medida en que vamos aprendiendo, va disminuyendo el sufrimiento hasta quedar totalmente liberado, en este caso, el compartir se vuelve fluido, sencillo, sin dolor y posiblemente hasta divertido. En este sentido, podemos entonces continuar nuestra vida con este aprendizaje totalmente liberado y armonizado y pasar al siguiente nivel de vida, que traerá sus propios aprendizajes también.
Explorar la línea ancestral a la que pertenecemos, nos permite comprender los lazos kármicos que nos unen a nuestra familia, el porqué de nuestras circunstancias de vida, los conflictos, los patrones heredados y los ciclos que estamos repitiendo.
Algunas veces podremos sorprendernos de ver que el karma que estamos resolviendo actualmente, lo generamos nosotros mismos generaciones atrás en una vida anterior, siendo en aquel tiempo, lo que hoy definimos como “ancestro”. Algunas veces podemos pensar que nuestros ancestros nos “heredan” ciertos comportamientos, otra veces podemos pensar que nosotros fuimos ese ancestro, por lo que no hay herencia, sino que es un patrón de vida no resuelto aún... y ambas pueden ser verdad pues en vivimos en un mundo y universo donde es posible materializar, todas las posibilidades, el punto es reconocer el destino que rige nuestra alma.
Harumi Puertos
Especialista en Terapias Alternativas,
Cambios Planetarios
y Facilitadora en el Crecimiento Espiritual.
Sitio web: www.rutasdelalma.com
E-mail: rutasdelalma@gmail.com
Facebook: Rutas del Alma
El karma define el propósito del encuentro entre las almas, de cierta forma, implica compartir los mismos objetivos personales, universales y álmicos sin importar que cada persona tenga sus propios ideales o propósitos de vida de manera independiente.
El encuentro de dos almas esta unido por un karma y es el que se viene a trabajar de manera conjunta, por ejemplo: vamos a suponer que tú karma es aprender a compartir de manera equilibrada, entonces a través de varias vidas, tu representarás diversos roles, algunas veces podrás representar el rol de una persona millonaria, otras veces serás una personas pobre y estos roles te ofrecerán cientos de oportunidades para aprender a compartir (con dinero o sin dinero) si este karma va unido a una persona en especial, de igual forma, a través de las diversas vidas, esta persona también representará diversos roles que abrirán posibilidades de aprendizajes. Por supuesto en un principio el desarrollo de una vida puede ser a través del dolor y el sufrimiento, a través de las pérdidas y el enfrentamiento con el egoísmo. En la medida en que vamos aprendiendo, va disminuyendo el sufrimiento hasta quedar totalmente liberado, en este caso, el compartir se vuelve fluido, sencillo, sin dolor y posiblemente hasta divertido. En este sentido, podemos entonces continuar nuestra vida con este aprendizaje totalmente liberado y armonizado y pasar al siguiente nivel de vida, que traerá sus propios aprendizajes también.
Explorar la línea ancestral a la que pertenecemos, nos permite comprender los lazos kármicos que nos unen a nuestra familia, el porqué de nuestras circunstancias de vida, los conflictos, los patrones heredados y los ciclos que estamos repitiendo.
Algunas veces podremos sorprendernos de ver que el karma que estamos resolviendo actualmente, lo generamos nosotros mismos generaciones atrás en una vida anterior, siendo en aquel tiempo, lo que hoy definimos como “ancestro”. Algunas veces podemos pensar que nuestros ancestros nos “heredan” ciertos comportamientos, otra veces podemos pensar que nosotros fuimos ese ancestro, por lo que no hay herencia, sino que es un patrón de vida no resuelto aún... y ambas pueden ser verdad pues en vivimos en un mundo y universo donde es posible materializar, todas las posibilidades, el punto es reconocer el destino que rige nuestra alma.
Harumi Puertos
Especialista en Terapias Alternativas,
Cambios Planetarios
y Facilitadora en el Crecimiento Espiritual.
Sitio web: www.rutasdelalma.com
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