Pues mira, yo entiendo a @
Dulcinea cuando dice que es una combinación: fría, lenta y triste. OJO hablo sin contemplar nada más, como si la justicia, un día, sentada en su sillón, reciviese la visita del Ermitaño. La situación resultante sería tensa, tensa y fría como poco.
¿Quién eres tú que vienes aquí como si necesitase ayuda? -Diría la Justicia. Y es verdad, el Hermitaño es quizás la carta que representa mejor la autoridad después la propia Justicia y del Emperador (y este último arrogante no se merece ese título). El hermitaño mira a la justicia, pero él no es tonto, no está pidiendo ayuda ¿la ofrece? tampoco ¿qué ayuda necesita LA Justicia? Esa dama independiente, fuerte, que no necesita nada más... o eso cree ella. No, el hermitaño se planta delante de la justicia, a pesar de que ésta le rehuya la mirada, y la contempla atentamente. Como juzgándola, sabe que no es perfecta.
Ella es fría, calculadora, representa un ente abstracto dentro de nuestra sociedad. El Hermitaño no es muy diferente pero representa otros valores totalmente distintos. Es la Humanidad, la cara humana, la ética. Él representa la crítica (entre otras muchas cosas) él es ese punto de vista capaz de derribar dogmas de fe.
Mi opinión y lo que me vino a la mente al leer el tema

Un saludo!
Pues mira, yo entiendo a @
Dulcinea cuando dice que es una combinación: fría, lenta y triste. OJO hablo sin contemplar nada más, como si la justicia, un día, sentada en su sillón, reciviese la visita del Ermitaño. La situación resultante sería tensa, tensa y fría como poco.
¿Quién eres tú que vienes aquí como si necesitase ayuda? -Diría la Justicia. Y es verdad, el Ermitaño es quizás la carta que representa mejor la autoridad después la propia Justicia y del Emperador (y este último arrogante no se merece ese título). El ermitaño mira a la justicia, pero él no es tonto, no está pidiendo ayuda ¿la ofrece? tampoco ¿qué ayuda necesita LA Justicia? Esa dama independiente, fuerte, que no necesita nada más... o eso cree ella. No, el ermitaño se planta delante de la justicia, a pesar de que ésta le rehuya la mirada, y la contempla atentamente. Como juzgándola, sabe que no es perfecta.
Ella es fría, calculadora, representa un ente abstracto dentro de nuestra sociedad. El ermitaño no es muy diferente pero representa otros valores totalmente distintos. Es la Humanidad, la cara humana, la ética. Él representa la crítica (entre otras muchas cosas) él es ese punto de vista capaz de derribar dogmas de fe.
Mi opinión y lo que me vino a la mente al leer el tema

Un saludo!