Respondo acá más rápido de lo que esperaba. En mi caso, por suerte Venus no me acertó. Me dijo que Augusto se comunicaría conmigo quizá después del fin de semana, y dos minutos después de haber leído su respuesta recibí un mensaje de él.
Uy, perdón, me equivoqué. No fue Venus sino Annis.
Uy, perdón, me equivoqué. No fue Venus sino Annis.