Y vosotros, ¿tenéis a menudo sueños de visita?
A puesto a que a muchos se os han presentado en alguna ocasión seres queridos fallecidos. Estoy segura. No es habitual, pero a algunos mortales les pasa, y sé que no saben muy bien cómo gestionarlo, o por qué pasó o para qué.
Es probable que en muchas ocasiones, lo hayan hecho entre las 24 y 72 horas posteriores a su partida. Esto tiene su sentido, si entendemos que es el tiempo en que el alma de los difuntos tarda en transmigrar al otro plano.
Fijaros que hay culturas como la hindú, que velan al cadáver durante ese tiempo, ya que consideran que deben acompañarlo en esa travesía, y por eso lo acompañan y ofrendan en ese período posterior, en vez de darle sepultura inminentemente.
Estos ritos son muy peculiares, y aunque varían según las religiones y creencias, lo que no varía ni según el país ni según las costumbres, es el modo en que esos seres se manifiestan, ya sea al morir, o tiempo después. Es decir, las comunicaciones que de ellos vamos a recibir, esa posibilidad, está ahí siempre (lo cual no significa que sea accesible para todo el mundo, como bien sabéis).
Y aunque poco comento sobre mis vivencias, sí me siento afortunada de que es una facultad que gracias a Dios, me ha acompañado siempre. Pero os advierto, que no es bueno que forcéis constantemente esas comunicaciones. Debéis dejar fluir y respetar sus espacios y tiempos.
El amor hacia ellos es infinito, pero como les digo a much@s de mis consultantes, el querer establecer contacto con ellos muy seguidamente, no es una señal de respeto hacia ellos.
A ellos les cuesta mucho hacer incursiones en nuestro plano, por el tipo de estado en el que ahora se encuentran.
Así que hemos de tener eso en cuenta, y ser respetuosos con su descanso y bienestar.
Y estoy segura que es algo que comprendéis perfectamente.